Vayamos al comienzo. Si una persona apenas cuenta con conocimientos sobre este juego de cartas, le diremos que, a diferencia de otras opciones con naipes, aquí existe poco espacio para la suerte y mucho para el conocimiento. El póker requiere conocer los pasos básicos, pero también un sinfín de combinaciones sobre las cartas y opciones diversas a partir de las cuales establecer una estrategia que pueda, incluso, ser modificada en el trascurso de una partida. Es decir, el conocimiento prima sobre el azar. Asimismo, tener una mente ágil no solo servirá para el día a día, sino también para tomar decisiones rápidas en el manejo de las cartas. Finalmente, el control de las emociones y de los gestos debe ser el otro vértice de estudio; cualquier movimiento que se haga durante la partida, aunque sea de manera inconsciente, puede delatarnos sobre qué estrategia o cartas portas entre las manos. No hay que dar ninguna ventaja al adversario.
¿Cómo se consiguen aplicar esos tres factores? Básicamente no hay una receta mágica, ni tampoco un tutorial mágico que englobe todo lo necesario para dominar este juego de cartas. El conocimiento sobre este juego se va consiguiendo de una manera sencilla: estudiando sobre libros que hablen de los entresijos de este juego (o asistiendo a escuelas sobre esta temática); visualizando partidas de los grandes maestros y mucha práctica. Obviamente, hay un elemento natural, puesto que hay personas que rápidamente se manejarán con las cartas de póker y a otras les costará más tiempo, o incluso ni lo conseguirán. Finamente, un poco de suerte en el reparto de cartas o en que el adversario tome decisiones erróneas nunca está de más si va a nuestro favor.
En una partida de póker suelen juntarse un mínimo de dos jugadores y un máximo de 7 jugadores. Luego si nos adentramos en torneos oficiales, esta norma se verá afectada. En una mesa de póker se juega con 52 cartas, todas ellas con un determinado valor, e incluso con colores con un determinado significativo a la hora de buscar una determinada estrategia ganadora. Luego volveremos a este tema, muy importante. Pero también es conveniente saber que se puede jugar contra una máquina si necesidad de tener algún valor monetario en juego, como suele suceder en las grandes partidas. E igualmente, en determinados torneos de relumbrón, los participantes deben abonar una especie de cuota de acceso.
Conocer las variantes: paso fundamental
El objetivo es acabar reuniendo las mejores cartas de todos los jugadores, y para ello es necesario, más bien obligatorio, conocerse las diferentes variantes. A saber: la escalera de color (las cartas deben ser consecutivas y del mismo palo); póker (reunir cuatro cartas del mismo valor); full o completo (conseguir tres cartas del mismo valor y otras dos de otro valor); escalera (cinco cartas del mismo valor de manera consecutiva, aunque no necesariamente del mismo palo); color (son cinco naipes del mismo palo); trío (tres cartas del mismo valor y otras dos de distinta clase); doble pareja (como dice su nombre, dos cartas del mismo valor y otras dos de otro valor); y finalmente el par (dos naipes de idéntico valor y otras cartas de menos valor, pero que sumen más que las que pueda tener el adversario). De esta manera escalonada conocen las variantes que van de mayor valor al menor valor en una mano de cartas. Estamos, por consiguiente, ante los elementos mínimos que deben conocerse antes de sentarse en una mesa con tapete verde. Obviamente, damos por supuesto que debes familiarizarte con las cartas y sus valores, que daría para otro texto en profundidad.
El mejor consejo que se puede dar a una persona que se está iniciando en el ámbito del póker está en que, una vez aprendidos estos elementos básicos que comentábamos en los párrafos anteriores, se adentren en alguna de las plataformas online y practiquen contra una máquina; como suele hacerse en otros juegos de cartas menos complejos. De esta manera irás practicando cómo conseguir esas cartas ganadoras y poniendo sobre la mesa los conocimientos teóricos aprendidos previamente.
Finalmente, si cuentas con el aprendizaje necesario, debes saber que existen diferentes tipos de apuestas: sin límite (todo queda a elección de los jugadores); pot limit (en un momento determinado se establece un límite) y con límite fijo (la partida comienza con unas reglas inamovibles en este sentido). El resto es poner en práctica de manera oportuna los aprendizajes obtenidos durante años. De lo contrario, quizá mejor dedicarse a otros juegos, especialmente si se piensa en un mundo profesional.