Las criptomonedas se consideran un tipo de moneda con propiedades similares a las monedas tradicionales, pero se diferencian notoriamente en que son digitales y no dependen de un banco para su funcionamiento; por el contrario, cuentan con un sistema, generalmente descentralizado, y una secuencia de partes que les permiten ser viables.
Este medio de pago ha creado a partir de algoritmos matemáticos que utilizan muchos servidores para su producción y operación.
Características de las criptomonedas
Las principales características de las criptomonedas son las siguientes:
- Emplean técnicas de encriptación o codificación (criptografía) que otorgan tranquilidad a las partes involucradas durante la transferencia de activos, ya que evitan la falsificación o duplicación de la moneda digital.
- Son intercambiables como las monedas tradicionales porque puedes cambiarlas por otras monedas.
- No requieren la intermediación de un banco o de un tercero; el contacto es de persona a persona, evitando así los costes que cobran las entidades financieras.
- Sus transacciones no requieren la declaración de identidad de ninguna de las partes intervinientes.
- Las liquidaciones de tu compra y venta se resuelven en cuestión de minutos. Si bien los pagos por Internet son generalmente rápidos, algunas transacciones en línea tradicionales pueden requerir más tiempo.
¿Cuáles son los riesgos de las criptomonedas?
Dentro del espectro de riesgo, las criptomonedas están en el lado más arriesgado. Debe comprender cómo o por qué se mueven los precios (a diferencia de las empresas, las criptomonedas no publican resultados trimestrales). Probablemente, sepa que factores como la cobertura de los medios y el sentimiento general (cómo se siente la gente acerca de una criptomoneda en un momento dado) pueden afectar el precio, pero los grandes movimientos a menudo ocurren sin previo aviso. Por lo general, se debe simplemente a la ley fundamental de la oferta y la demanda.
Eso significa que su inversión en criptomonedas podría dispararse o caer en picado a una fracción de su valor. Las criptomonedas también son volátiles, pero esto no es lo mismo que tener riesgo. El riesgo implica ganar o perder dinero cuando planea mantener su inversión. La volatilidad se refiere a la amplitud de los movimientos diarios de precios de un activo. En el caso de las criptomonedas, esos movimientos son significativos. Algunos días, el precio de una criptomoneda como Bitcoin varía más del 10 %, algo que, con la mayoría de las acciones, no sucede a menudo.
Cómo invertir en activos de riesgo y volátiles
Ya sabes que las criptomonedas son arriesgadas y volátiles. ¿Significa esto que no deberías invertir en ellas?
No necesariamente. Adoptar un perfil de inversión de muy bajo riesgo puede protegerlo de sufrir pérdidas significativas, pero también evitará que pueda obtener grandes ganancias. Esto se llama coste de oportunidad y se refiere al dinero que podrías haber ganado sin ir a lo seguro. La forma más sencilla de evitar el riesgo excesivo es convertirlo en una pequeña parte de su cartera. Si mantiene la mayor parte de sus inversiones en activos de bajo riesgo, como los ETF, puede ser un poco más aventurero con el resto.
De esta manera, puede aprovechar algunos beneficios. Por ejemplo, si esa pequeña inversión funciona, podría mejorar bastante su cartera, y si pierde una parte importante, mantendrá altas sus metas de inversión.