Siempre me han gustado las pantallas y cuando me refiero a pantallas (por mi parte) tengo que obviar la palabra «grandes» y es que, ya desde pequeño, siempre quise tener en mi casa una gran pantalla para ver películas, jugar a la consolas y proyectar todo tipo de cosas a lo grande.
Mi primer andadura empezó cuando logré ahorrar algo para mi primer LCD de 32″ que puse en mi habitación y todavía conservo a día de hoy (por decir algo, es LG y nunca me ha dado ningún problema). Que me gusten las pantallas grandes no es nada raro, cuanto más grande mejor se puede ver la imagen y desde más lejos (que es un condicionante muy grande para elegir el tamaño de la pantalla).
Cuando tenemos una longitud muy grande respecto de la proyección quizás es mejor recurrir a un proyecto en vez de una pantalla de TV gigante aunque a día de hoy las hay muy buenas, si hablamos de más de 6 o 7 metros tendremos que gastar una pasta para tener una pantalla que podamos disfrutar de forma óptima.
Las pantallas de la nueva generación se ven muy bien pero los contenidos en 1080p en una TV de 42 pulgadas no son para ver a 7 metros sino a 5 aproximadamente. Si quieres la fórmula mínima para calcular el tamaño de una pantalla esta te puede servir (10 pulgadas x 50 cm), si la pantalla es muy pequeña podemos llegar a forzar demasiado la vista (con las TVs viejas no pasaba tanto), los contenidos en altas definiciones exigen más atención que las viejos tubos de rayos catódicos.
A partir de unos determinados metros cobran importancia los proyectores por ofrecerte una imagen muy grande (con menos definición) pero que te fatigará menos la vista y te posibilitará un entorno más dinámico y adaptable al espacio que posees (cualquier puede poner una pantalla colgada en el techo de su vivienda y empezar a disfrutar de ellos).
Ahora bien ¿qué marcas son líderes en el mercado?
Pues hay bastantes pero quizás una de las punteras y que lleva más tiempo fabricando proyectores sea Epson, descubre las últimas novedades del proyector Epson en el enlace y empieza a barajar la posibilidad de cambiar tu gran televisión por un aparato más cómodo y más barato si lo comparamos con las televisiones más grandes.
Los costes de los mismos varían en función del tipo de conexiones que ofrecen y la resolución de los mismos pero ten en cuenta que no es necesario tener un proyector en FullHD para ver películas correctamente, un proyector con resolución WXGA (1280×800 píxeles) es más que suficiente para obtener una buena calidad de imagen.
La parte mala de los proyectores son la duración de las lentes que no son tan duraderas como un panel LED aunque este tipo de dispositivos están pensados para segunda pantalla y no, en gran medida, para una pantalla principal en la que vas a ver la TDT a diario. Por último me gustaría poner en una balanza los contras y los pros de elegir un proyector en vez de una TV.
A favor
- Más pulgadas y más tamaño de imagen.
- Ganar espacio con su colocación en el techo.
- Si te gusta el cine no tienes que pensar más en la elección.
En desventaja
- El encendido es más lento.
- La lámpara dura menos que un panel de TV.
- Habrá que controlar la luz de la habitación (disfrutando de un entorno oscuro para una buena proyección).
- Para ver la TDT siempre va a ser mejor la televisión (te imaginas hacer de comer con la luz apagada para poder ver el proyector).
Hay opiniones dispares y me gustaría saber que opinan mis lectores sobre el uso de una TV o un proyector como dispositivo principal. Si por el contrario eres de los que ha escogido una TV en otro post más antiguo realicé una guía para que sepas qué parámetros tienes que mirar a la hora de comprar una nueva TV.